Primera semana superada como "alumno en prácticas". Lo redacto entre comillas porque no me he sentido para nada así, gracias a mi tutora y a los alumnos.
A finales de enero, en periodo de exámenes, me acerqué al colegio una vez sabido que iba a ser alumnos de prácticas de ese centro. Fui porque me surgió un problema al conocer la fecha de inicio del Praticum II y ya de paso conocía un poco el colegio y todo lo que le rodea. Ese día, al llegar al colegio, toqué al timbre que había en la cancela exterior del colegio y nadie me abría. Al principio pensaba que estaba tocando en la puerta equivocada pero no era así, ya que rodee el colegio para saber por donde entrar. Tuve que esperar una media hora hasta que un camión (supongo que era e de la comida del comedor) entró hacia el colegio. Una vez dentro del colegio, en el patio exactamente, andaba un poco perdido, porque a simple vista veía dos edificios y no sabia a cual entrar. Por intuición me decante por el edificio que tenia a la izquierda y por casualidad acerté ya que ahí se encontraba la secretaria y el despacho de la directora.
El edificio por dentro es de color naranja y esta adornado por dibujos y trabajos del alumnado (por fuera no puedo contar muchos detalles ya que andaba algo nervioso y perdido). La secretaria es un tanto peculiar, es una habitación compuesta por una vidriera traslucida, como si de una pecera se tratase. Ahí me recibió el secretario, al que pregunté por el director del colegio, y me respondió con un tono muy seco que no había director, sino directora. Yo andaba un poco nervioso, y no caí en que podría caber la posibilidad de que el director fuera una mujer. Una vez hablado con el secretario me llevó hacia donde se encontraba la directora Rosa y pude hablar con ella con un poco de prisa, ya que tenía clase y no se podía entretener mucho. Me pareció muy simpática, y no le dio ninguna importancia a mi problema. Una vez hablado con la directora del colegio, me llevo a donde se encontraba mi tutora, que es la maestra de educación física. Ella se llama Jesica. Es una chica muy joven, en la que se encuentra haciendo una sustitución. Ella también comprendió mi problema y me dio muy buena impresión. Ella sentía un poco de apuro, porque decía que no sabía si yo iba a aprender lo suficiente al tener poca experiencia laboral. A mi no me importó el tiempo que llevara trabajando, así que la calmé diciendo que nos lo íbamos a pasar muy bien. La charla fue corta, porque ella también tenia clase, pero me fui muy contento y con muy buen sabor de boca.
El día 12 de febrero me incorporé al colegio. La verdad que el recibimiento por parte del secretario y la directora fue un poco soso. Me preguntaron por el viaje que había realizado semanas atrás, me dieron la bienvenida y me dijeron donde se encontraba mi tutora, pero en ningún momento me enseñaron el colegio y sus instalaciones, ni ellos mismos se presentaron.
El colegio fui conociéndolo gracias a mi tutora, que con el poco tiempo que tenia, entre cambio de clase, me lo enseñaba. Mi tutora me recibió muy bien, y me presentó a los alumnos como un maestro más. Me pude presentar a ellos como yo quise, y ellos se me presentaron a mi. Al principio andaba un poco nervioso, pero mi tutora y la curiosidad de los alumnos por mi me hicieron que me tranquilizara. El primer día, me daba mucha vergüenza intervenir en cualquier situación de clase, pero mi tutora insistía en que hiciera lo que tenia que hacer y que tenia libertad para actuar cuando viera necesario. Mi tutora no paraba de preguntarme sobre mi, y eso me hacia importante. Intercambiábamos una conversación muy fluida e interesante con muchos momentos graciosos. En todo momento me comentaba casos peculiares de clase (niños con dificultades, niños conflictivos, algún que otro detalle, etc.).
A lo largo de la semana, pude ir conociendo todas las clases. Los niños se acostumbran muy rápido a una cara nueva y te hacen sentir uno mas del colegio, pero cogen confianza muy rápido y te hacen sentir situaciones un poco comprometidas que en realidad son fáciles de escapar. Poco a poco también iba conociendo caras nuevas del profesorado, pero la verdad es que no he cogido mucha confianza con ellos al igual que con los otros alumnos que hay de practicas conmigo en este centro. En estos días solo he podido conocer mas a mi tutora y su labor en el colegio. Es muy atenta, y siempre me está preguntando de como me siento y si necesito algo.
Conforme pasaban los días, mas ganas tenia de ir al colegio, pero tenía mucho cansancio acumulado. Mi tutora decía que me tengo que acostumbrar, que a ella también le pasaba.
En esta primera semana no puedo contar mucho más, ya que ha sido una toma de contacto muy lenta pero a la vez muy intensa. La verdad es que tengo muchas ganas de que empiece la siguiente semana para ver que aventuras me deparan, y sobre todo para aprender de lo que mas me gusta qué es enseñar.
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