La enseñanza en mi colegio, se basa especialmente en la tradicional. Puntualmente se da uso de las TICs, pero esto no pasa en todas las clases. Especialmente en inglés y en cultura digital (asignatura que se emplea en tercer ciclo), se hace uso de las TICs. En centro dispone de un aula específica para inglés, en el que está dotado de ordenadores, pizarras digitales, equipo de música, etc., y le sacan el máximo partido para su aprendizaje.
En educación física, solo hacemos uso de las TICs en días lluviosos. Lo solemos utilizar para dar clases de expresión corporal o para enseñar cortos de animación educativos.
Lo que he podido observar en algunas clases es que ponen el libro que usan los niños en la pizarra digital y el docente lleva la clase haciendo ejercicios en dicha pizarra. Muchos de ellos no usan las tecnologías porque dicen que no saben utilizarlas. No quiero juzgar por la edad, pero muchos de ellos son mayores y reconocido por ellos han afirmado que no saben manejar dichas tecnologías.
La verdad que en mis prácticas no he hecho uso de las TICs muy a menudo, ya que donde se vive la educación física es en el patio.
El aprendizaje en valores tampoco es su fuerte en la enseñanza. La mayoría de los alumnos suele dar religión, y el colegio, a mi punto de vista, no está implicado en la enseñanza en valores. Solo se le enseña cuando el alumno ya se ha equivocado, pero nunca el aprendizaje es previo.
Lo que realmente me sorprendió es la implicación a la lectura. Los alumnos de mi colegio visitan a diario la biblioteca del colegio. Muchos de ellos, cuando han acabado sus tareas leen, incluso en el recreo.
El centro está formado por muchos alumnos inmigrantes que no saben muy bien el idioma y el objetivo para esos niños es que intenten hablar y escribir lo antes posible el Español.
En educación física, no seguimos un modelo o unas unidades didácticas a seguir. Esto se debe a que mi tutora no sabía que iba a sustituir a una baja de una docente que se dedicaba a la educación física, y mi tutora opositó para el currículo básico. Para ello, preparamos todos los fines de semana las clases de la siguiente semana, y muchas veces improvisamos, que a veces viene hasta mejor. Al principio cuando llegué, solo eran juegos alternativos, pero ahora hacemos baloncesto, acrosport, ayudamos a fomentar las matemáticas o la lengua, etc.
Otros de los problemas que surgen en la enseñanza es la falta de tiempo, ya que en 45 minutos (que realmente son menos) se puede hacer pequeños pasos a la innovación. En los últimos años, se ha puesto muy de moda lo de todo ser muy lúdico y creativo, y que los niños se lo estén pasando bien mientras aprenden, pero ni a todos los niños les gusta lo mismo ni siempre da tiempo a planificar tus “grandes ideas”. No todo lo que aprendemos nos gusta y eso hay que hacer saberlo, porque en la vida nos vamos a encontrar con muchas situaciones que no nos gustan y tendremos que hacerlas.
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