La diversidad es una característica de los humanos, ya que cada persona tiene un modo especial de pensar, de sentir y de actuar, independientemente de que, desde el punto de vista evolutivo, existan unos patrones cognitivos, afectivos y conductuales con ciertas semejanzas. Dicha variabilidad, ligada a diferencias en las capacidades, necesidades, intereses, ritmo de maduración, condiciones socioculturales, etc.
la ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD es el conjunto de acciones educativas que en un sentido amplio intentan prevenir y dar respuesta a las necesidades, temporales o permanentes, de todo el alumnado del centro y, entre ellos, a los que requieren una actuación específica derivada de factores personales o sociales relacionados con situaciones de desventaja sociocultural, de altas capacidades, de compensación lingüística, comunicación y del lenguaje o de discapacidad física, psíquica, sensorial o con trastornos graves de la personalidad, de la conducta o del desarrollo, de graves trastornos de la comunicación y del lenguaje de desajuste curricular significativo.
Hay que tener en cuenta no sólo las actuaciones programadas desde el Centro Escolar; sino, la influencia del entorno en que se mueve el alumnado. Esto lleva también a buscar el apoyo de otros sectores próximos con los que trabajar de manera coordinada y planificada. En esta línea, el contexto más próximo e influyente es el familiar, con el que es preciso establecer líneas de actuación confluentes, a lo largo de toda la enseñanza obligatoria. Hoy es muy necesario tener en cuenta los diferentes modelos de familia que nos podemos encontrar en una misma aula y la complejidad de relaciones que estos modelos entrañan.
Este enfoque apela a la auténtica profesionalidad del docente, a una alta motivación y a una formación continuada en temas relacionados, no con cualquier enfoque de la educación, sino con una educación funcional, con la educación para la vida (habilidades sociales, consumo…).
En mi centro realmente no hay alumnos con necesidades específicas educativas. En el ámbito de la educación física, no tenemos “el problema” con ningún alumno. El único, por decir alguno, es el idioma con los nuevos alumnos que vienen de fuera. Pero es increíble que si explicarle nada a los niños y solo viendo cómo se juega a varias actividades, cogen los ejercicios al vuelo. También nos podemos encontrar con alumnos con TDAH, que en principio no es un grave problema en educación física, pero en las demás aulas sí. Muchos de ellos están diagnosticados y tienen su tratamiento, pero hay un alumno que tiene síntomas de TDAH, pero sus familiares no lo quieren reconocer.
Solo tengo en conocimiento de los niños con autismo y Asperger se encuentran en las aulas de infantil. Estos alumnos se encuentran en sus respectivas aulas, con abundantes salidas al aula de PT. La psicóloga del centro no tiene aula, y suele ir a las aulas de los niños.
Otros alumnos tienen un desfase académico, la mayoría de ellos es porque vienen de fuera y no saben el idioma.
Para mi punto de vista, las dificultades al aprendizaje no existen. Todos somos diferentes, aprendemos de forma distinta en una educación que somos iguales al ojo de los profesores. A mí me gusta más llamarlo dificultad a la enseñanza, ya que es el docente el que debe conocer su aula y las distintas formas de aprendizaje que tiene cada alumno para buscar la más correcta a la hora de impartir clase.
REFERENCIAS
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